lunes, 29 de agosto de 2011

LOS LÍMITES DE LA CIENCIA



Hace muchos años, bueno, o no tantos…cuando estudiaba química, física y matemáticas en la universidad, me hice una serie de preguntas que aún hoy, al cabo del tiempo me sigo formulando.
No es que cuestionara aquello que me explicaban mis profesores, para eso investigaban en las diferentes ramas bioquímicas, fisiológicas e incluso físico-químicas. ¿Quién era yo para ponerlo en duda?
Pero había algo que no terminaba de convencerme. Por poner un ejemplo, cuando se hablaba del cerebro humano, tuve que aprenderme muchísimos neurotransmisores, receptores, intercambios en la membrana de los mismos….pero…¿dónde queda la persona?¿dónde su mente y sus inquietudes?¿es que todo se puede reducir a fórmulas químicas más o menos complejas? No es de extrañar que, ante ciertas enfermedades mentales, y pese a todos los avances en psiquiatría, aún queden tantas lagunas que nos resulte mucho más cómodo aumentar o disminuir ciertos niveles de neurotransmisores y olvidarnos del origen de la enfermedad.
Eso por no hablar de la física cuántica y sus probabilidades, principios de incertidumbre…

Después de dar muchas vueltas y debido a esta inquietud por saber que no me deja parar, me pregunto ¿dónde están los límites de la Ciencia, si es que los tiene? ¿seremos capaces de llegar a la Verdad a través de fórmulas ininteligibles? ¿es que el ser humano y su origen pueden ser reducidos a una ecuación?

Y, claro, ¿somos productos del azar? ¿de un azar tras otro? En fin, necesito mucha fe para creerlo.

En mi opinión, nada puede ser casualidad porque la experiencia demuestra que las cosas no suceden porque sí, sino que existe una especie de orden, una serie de fenómenos encadenados unos a otros que no dejan espacio al azar.

La Ciencia, hecha por hombres y mujeres, tiene sus mismas imperfecciones y el método científico no siempre es posible seguirlo hasta el final sin tener que dejarlo en una simple teoría, principio…hasta que viene otro científico a rebatirlo.
Y esto, siempre bajo mi punto de vista, se debe a que desde los tiempos de los antiguos filósofos griegos, en Occidente nos hemos basado en dualidades: lo bueno-lo malo, lo verdadero-lo falso…y, según estas dualidades, hemos configurado nuestro mundo, nuestro universo, excluyéndonos así de nuestros propios experimentos.

Tarde o temprano la Ciencia se terminará dando cuenta de esta limitación que supone tener solamente un conocimiento dual de la realidad. Tanto es así que, en física cuántica, ya se debate si es posible que exista aquel conocimiento no-dual del que se habló hace milenios en Oriente.

Me refiero a diversas citas de científicos que voy a copiar a continuación y que nos dan una idea de hacia qué camino deberíamos avanzar y que más tarde me voy a permitir aclarar desde mi perspectiva:

“Desde las grandes Upanishads, la ecuación Athman = Brahman (el yo personal es igual al yo omnipresente, que es eterno y todo lo
abarca) fue considerada en el pensamiento hindú como representativa de la quintaesencia de la penetración más profunda de los
acontecimientos del mundo (…) Sólo hay una cosa y lo que parece una pluralidad es meramente una serie de aspectos diversos de lo
mismo, producida por un engaño” . “En lo que a mí respecta, todo esto que vemos, el universo en que
vivimos, es solo Maya (el Maya hindú, una mera ilusión virtual), si bien un maya muy interesante, y muy ceñido a un orden”
Schrödinger (físico descubridor de la mecánica ondulatoria)

"Es cierto que aparecimos en este Universo por azar, pero la idea de azar es solo un disfraz de nuestra propia ignorancia, que es tanto
como decir que científicamente no sabemos el porque estamos aquí. y si no sabemos porque estamos aquí, ¿podemos saber para qué
estamos?, ¿podemos estar por nada, y para nada, o nuestra breve existencia terrenal tener un valor que la trascienda?. Ciertamente la
vida tiene un sentido, pero no está en el ámbito de la ciencia el dárselo, pues el conocimiento científico no lo abarca todo, como algunos
creen ingenuamente. Toda prueba contra el azar es un tanto a favor del argumento teleológico”.
Dyson (profesor de física teórica)

"La realidad última es un Impulso-Vital, comprensible sólo por la intuición"
Gottfried Wilhelm Leibniz (matemático descubridor del cálculo infinitesimal)


¿A qué se refieren estos prestigiosos científicos, y otros muchos que no voy a citar por no hacer de esto un texto interminable y de difícil lectura?

Poco a poco nos vamos dando cuenta de que, tal vez, hemos dejado de lado a Oriente y a su conocimiento no-dual de la realidad. Quizá ha venido motivado por el concepto que tenemos de los místicos orientales.
Cuando pensamos en ellos, nos imaginamos a una persona vestida con turbante o con túnica de color azafrán, en medio del Himalaya, en postura de yoga y completamente quieto. Se trata de mística, de religiones desconocidas…nos suena tan lejano, tan distante y tan poco serio que no hacemos caso a su gran conocimiento de “otra realidad” diferente, aunque no incompatible, a la que tan acostumbrados estamos.
Pero es que hay más dificultades para entenderlo. Estamos acostumbrados a que nos hagan ver, palpar o, de alguna forma, demostrarnos los hechos científicos. Sin embargo, a esta Realidad no-dual, no puede llegarse a través del conocimiento científico, simplemente mediante intuición, contemplación, meditación, lo podemos llamar como queramos. No se puede explicar con palabras, es algo que el individuo debe experimentar. Es otro tipo de conocimiento que emplea medios diferentes.
Como ya comenté en otro apartado del blog, Wilber nos habla de varios niveles en el conocimiento y que, para demostrarlos, no podemos utilizar el nivel que no corresponde.

Es por ello que deberíamos usar tanto unos niveles como otros. Son útiles e imprescindibles tanto el conocimiento dual como el no-dual y, en mi opinión no deberían descartarse ninguno de los dos si queremos que el ser humano avance en todos los campos y así, tal vez, nos saltáramos esos límites a los que nos enfrentamos diariamente.

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