viernes, 9 de julio de 2010

INDEX EXPURGATORIUS


INDEX EXPURGATORIUS

Conocido como Index Expurgatorius, o mejor dicho, Index Librorum Prohibitorum, es el listado de libros prohibidos por la Iglesia Católica desde épocas inquisitoriales.
Este listado ha ido aumentando hasta el año 1.966, año en el que se acordó no incluir ningún texto más, considerándose prohibidos aquellos libros que atentan contra la fe, contra los valores morales o contra algunos argumentos teológicos.
Entre esta larga lista de libros podemos encontrar tratados científicos. Es sobradamente conocida la prohibición de teorías heliocentristas incluidas en otras de Copérnico y Kepler así como la obra de Darwin sobre el origen de las especies.
En ocasiones solamente se han vetado frases, como sucedió en el Quijote cuando dice: “Las obras de caridad que se hacen tibia y flojamente no tienen mérito ni valen nada”.
Pese a lo que pueda parecernos, algunos autores con características puramente ateas, como Nietzsche o Marx, no se encuentran en el índice ya que directamente eran prohibidas sin necesidad de incluirlas en ningún listado.
Estos autores escriben intencionadamente en contra de la Iglesia o contra su ética pero, más bien, lo que el catolicismo perseguía eran aquellas publicaciones que, sin que el lector se diera cuenta, pudiesen de alguna manera cuestionar las creencias de la persona que, inocentemente, los leyera sin previa preparación.
Con una autorización expresa, sí podían tener acceso los clérigos y estudiosos de la Teología. El resto de las personas, como así lo indica el Derecho Canónico, podían ser excomulgadas. Y, de hecho, estaban castigados los que “sin causa justa y razonable” ataquen a la Iglesia Católica deliberadamente o a las “buenas costumbres”, escribiendo en periódicos, folletos, revistas, libros o cualquier medio de divulgación.
De todos estos libros, me han llamado la atención dos en particular, Madame Bovary y el Lazarillo de Tormes. Ambos libros parecen atentar contra las buenas costumbres y la moralidad católica. También prohibida fue la obra de Víctor Hugo, Los miserables.
No escapan, por supuesto, filósofos de todas las épocas. Algunos de ellos, fueron prohibidos totalmente como autores, sin dejar fuera de este listado ninguna de sus obras. Ejemplo de ellos son Descartes, Hume y Sartre.
Pero el interés por conocer aquellos pensamientos prohibidos llevó a la gente a ingeniárselas para obtener estos materiales. A finales del siglo XV, con la implantación de la imprenta en España, se abre el comercio de libros favoreciéndose la divulgación de los mismos hasta que en 1.502 se obliga a los editores, impresores, autores, etc. a presentar las obras para ser revisadas bajo pena de confiscación de bienes. No escaparon a esta ley las bibliotecas de conventos y universidades.
Se intervinieron también las obras que venían del extranjero llegándose a inspeccionar los libros que llegaban a los puertos españoles.
Pero no se pudo evitar que entrasen libros protestantes, escritos humanistas, tratados de medicina, historia, etc. Y así llegaron hasta nosotros libros de Plutarco, Homero, Tetrarca, y un sinfín de autores.
El contrabando de libros entró en auge, se difundían por todo el territorio español en barricas de vino o cajas de fruta de doble fondo.

2 comentarios:

  1. TODO LO QUE ME GUSTA ES INMORAL, ILEGAL O ENGORDA...

    La verdad es que me recuerda a la novela Farenheit de Ray Bradbury, en cuanto limitas la capacidad de crítica y la riqueza literaria de un pueblo empiezas a poderlo someter, siempre suelo poner el ejemplo de la biblioteca infantil: a cuantos no nos ha pasado de pequeños que nos gustaba un libro pero no podíamos pleerlo porque en la tesela el color era para otra edad, y nosotros, niños impacientes en vez de esperar simplemente perdemos el interes y jamas lo leemos..

    Por cierto recomiendo El Satiricón, quedan sólo 2 capítulos pero la inquisición lo persiguió con un ahinco inusitado

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  2. Tienes toda la razón. A veces pienso que actualmente se está haciendo lo mismo aunque de una forma más sutil. Me refiero a que nos apartan de la literatura con programas de televisión, videojuegos...Es otra forma de manipulación de masas.

    Yo también recuerdo que no me dejaban coger determinados libros y es una pena porque tampoco recuerdo cuáles eran.....

    Muchas gracias por leerme. Un saludo.

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